Reforma la iglesia para divorciarte y casarte como quieras. Cásate con princesas extranjeras, o, diablos, con tu estante de libros favorito. O ambos. Encarcela a tu mayordomo. Ejecuta a todos. Ordena a tu caballo como sacerdote. Nombra caballero a tu cama. ¿Quién te va a detener? ¿Dios? No, ...